El salario emocional es la suma de todos los incentivos no económicos que ofrece una empresa para mejorar la motivación y el compromiso de sus empleados. Son elementos que puede recibir el trabajador más allá del sueldo.

Hablamos de ofrecerles herramientas en tres ejes de bienestar:

1. cuerpo,
2. mente
3. emociones

Cuanto más bienestar tengamos en el lugar de trabajo, más recursos propios descubriremos o redescubriremos, más nos comprometeremos y mejor performance tendremos. Se instala entonces un círculo virtuoso. Compartir 8, 9 o más horas con un grupo humano, sabemos, no es nada fácil. A veces conocemos más del compañero de enfrente que de nuestras familias o amigos. Por eso es importante sentirse cómodo, a gusto y valorado en el lugar de trabajo.

El reconocimiento, un buen liderazgo, la flexibilidad horaria, el desarrollo profesional, acciones vinculadas a la salud, el buen vínculo entre pares, el seguimiento de un coach –que sabe escuchar de manera personalizada a cada empleado–. Todos estos elementos son clave para satisfacer las necesidades emocionales de cada uno de nosotros cuando estamos en la oficina y vemos que el reloj a veces parece que va más lento.

Psp. Laura González Bonorino